Confusión. Esas mariposas en el estomago. Sin
saber si lo que estas sintiendo es verdadero o solo es un burda ilusión que el
destino te juega. Querer saber si es posible o sin no tiene futuro. Si a los
dos pasa lo mismo o es solo cosa de una persona. Mentiras. No sabe
r con qué
estás jugando. Si lo que te dice es verdad o no. Y luego. Luego está la jodida
DISTANCIA que lo rompe todo. Que rompe amistades y relaciones. Esa maldita
necesidad de querer tele transportarte donde esta esa persona en ese mismo segundo.
Y no poder hacerlo. ¡Jodida distancia! Pero a lo mejor la distancia no tiene
siempre la culpa. Porque si se quiere se puede y se consigue. Se puede reducir
la distancia a centímetros. Pero únicamente si se quiere. Las cosas que
terminan por la distancia no es “No se puede” es “No nos queremos lo suficiente
para mantenerlo” Así que la distancia supone un obstáculo más en el camino.
Superable. Posible. Horroroso. Doloroso. Pero que te hace luchar por lo que
quieres. De todas formas seguiré diciendo “¡Maldita Distancia!"
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