martes, 26 de marzo de 2013

Distancia...


Confusión. Esas mariposas en el estomago. Sin saber si lo que estas sintiendo es verdadero o solo es un burda ilusión que el destino te juega. Querer saber si es posible o sin no tiene futuro. Si a los dos pasa lo mismo o es solo cosa de una persona. Mentiras. No sabe
r con qué estás jugando. Si lo que te dice es verdad o no. Y luego. Luego está la jodida DISTANCIA que lo rompe todo. Que rompe amistades y relaciones. Esa maldita necesidad de querer tele transportarte donde esta esa persona en ese mismo segundo. Y no poder hacerlo. ¡Jodida distancia! Pero a lo mejor la distancia no tiene siempre la culpa. Porque si se quiere se puede y se consigue. Se puede reducir la distancia a centímetros. Pero únicamente si se quiere. Las cosas que terminan por la distancia no es “No se puede” es “No nos queremos lo suficiente para mantenerlo” Así que la distancia supone un obstáculo más en el camino. Superable. Posible. Horroroso. Doloroso. Pero que te hace luchar por lo que quieres. De todas formas seguiré diciendo “¡Maldita Distancia!"


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